Una pequeña presentación

Los Mínimos y Máximos de Félix Esteves es una casa, un hogar, construido con amor, esfuerzo, dedicación y hasta con aburrimiento. Tiene muchas puertas donde todos pueden entrar. Tiene muchas habitaciones, donde de seguro en algunas podrás sentirte cómodo, y en otras, tal vez contrariado y hasta… por qué no… molesto. Sin embargo su propósito no es agradar ni molestar, no es ganar amigos ni enemigos… de todas maneras ambos son bienvenidos; su fin es mostrar y demostrar lo variopinto de una mirada, la pluralidad de una cosmogonía a través de mi “micromundo”, de lo exterior visto y sentido desde mi interioridad… es un grito contra la discriminación, es un arrullo de amor a la diversidad, es mi tarjeta de presentación como ser humano, como hombre, como gay y miembro de la comunidad LGBT... tal vez es algo más… no lo sé… aún lo estoy averiguando.

Félix Esteves

Amigos de Los Mínimos y Máximos

jueves, 15 de agosto de 2013

HISTORIA CONTEMPORÁNEA DE LA HOMOSEXUALIDAD EN ESTADOS UNIDOS A TRAVES DE SUS ICONOS POP. SEGUNDA PARTE: MADONNA, LA REINA QUEER.


“Anhelando, ardiendo
Por tí para que justifiques mi amor

¿Qué vas a hacer?
¿Qué vas a hacer?
Háblame - contarme tus sueños
¿Estoy en ellos?
Cuéntame tus miedos
¿Tienes miedo?
Cuéntame tus historias
No tengo miedo de lo que eres
Podemos volar!

Pobre es el hombre
Cuyos placeres dependen
Del permiso de otro
Ámame, eso es cierto, me encanta
Quiero ser tu bebé.”

“Justify My Love”. Madonna


No se puede negar que los sucesos de Stonewall fue la encendida mecha que hizo explotar el movimiento de liberación Gay en los Estados Unidos de Norteamérica y que como pólvora de la buena, su explosión hizo temblar las comunidades LGBT de todo el mundo. Este nuevo movimiento social centró la mirada de la sociedad heterosexista en el colectivo LGBT, dicho de otra manera, le dio la visibilidad a los hombres y mujeres de la diversidad o la diferencia sexual como ciudadanos que reclamaban, pedían y exigían  ser ciudadanos con los mismos privilegios y derechos civiles.

No obstante hay que aclarar que esa explosión tuvo su mayor esplendor en sus años subsiguientes cuando en el primer aniversario se desarrollaron desfiles del “Orgullo Gay” en las ciudades de Nueva York, Chicago, San Francisco y Los Angeles. La marea social y legal comenzó a moverse, aunque lentamente, pero con pasos seguros hacia la Igualdad LGBT cuando en 1971 la Universidad de Michigan comenzó a rendir o dar servicios de apoyo para sus estudiantes LGBT,  al año siguiente el mismo estado aprobó una ley que prohibió la discriminación por orientación sexual en East Lansing. En 1973, gracias a las investigaciones auspiciadas por el paulatino activismo LGBT condujo a la Asociación Psiquiátrica Americana finalmente a retirar la homosexualidad de su lista de trastornos mentales.

Si bien Judy Garland ya no estaba, su hija Liza Minnelli, hacia delirar al mundo con el film dirigido por Bob Fosse “Cabaret”, basada en la obra musical de Broadway y protagonizada en las tablas por Judy Dench, este musical es una adaptación de la novela “Adiós a Berlín” del escritor homosexual Christopher Isherwood (1904-1986). Liza como dice el refrán popular “Hijo de gato caza ratón”, se convirtió en un ícono pop gay. Liza Minnelli, siguiendo los pasos de su madre, se casa con Peter Allen (matrimonio que corre desde 1967 hasta 1972).  Allen, un cantautor australiano, quien murió de complicaciones por el sida en 1992, era gay y el protegido de Judy Garland a mediados de los 60.

En mayo de 1974, en Filadelfia, se entregó la tutela de un niño por primera vez a una pareja de lesbianas que no estaban biológicamente emparentadas con él. A la par, Kathy Kozachenko se convirtió en la primera persona abiertamente LGBT a ser elegida para un cargo público en Ann Arbor. Tres años después, en 1977, Harvey Milk es elegido a la Junta de supervisores de San Francisco. Por último, en 1978 se rechaza decisivamente la “Proposición 6” (1) en California, una ley que tenía como propósito que las personas gays, o que se sospechara de ser gay o que apoyara la comunidad LGBT no enseñaran o ejercieran cargos de enseñanza en las escuelas públicas. Con estas victorias, la comunidad LGBT comenzó a desarrollar una mayor voz y confianza contra la opresión y discriminación de la heteronormativa.

Pero si bien estas victorias fueron importantes, el odio también se acrecentó, y la homofobia cubrió con su manto varias ciudades norteamericanas. La campaña “Salvar a nuestros niños”, creada por ex-Miss Oklahoma y activista homofóbica Anita Bryant, no sólo condujo a un vuelco ampliamente publicitado de una ordenanza en el Condado de Dade, Florida que prohíbe la discriminación por orientación sexual, sino también a la revocación de las leyes de derechos LGB en Eugene, Oregon; Wichita, Kansas; y St. Paul, Minnesota.

Esta homofóbica campaña condujo también a una creciente ola de violencia hacia las personas LGBT: en 1978, Harvey Milk y el alcalde de San Francisco Moscone (un aliado firme de la comunidad LGBT) fueron asesinados, y el juicio posterior encontró al asesino culpable de homicidio involuntario, un veredicto que condujo a los disturbios de la noche blanca en San Francisco.

Harvey Bernard Milk (1930-1978) fue un político estadounidense, caracterizado por su lucha contra la discriminación, fue tal vez el mayor activista gay por los derechos de la comunidad LGBT del siglo pasado en Norteamérica; además fue el primer hombre abiertamente homosexual en ser elegido para un cargo público en los Estados Unidos, como miembro de la Junta de Supervisores de San Francisco en 1977.
Milk aceptó su homosexualidad siendo adolescente; sin embargo, mantuvo su orientación sexual en secreto hasta convertirse en adulto. Su experiencia en la contracultura de la década de 1960 le permitió renunciar a muchos de sus puntos de vista conservadores sobre la libertad individual y la expresión de la sexualidad. En 1972 decide abandonar Nueva York y se traslada a San Francisco. Allí se residencia en el distrito de Castro, un barrio abiertamente gay, y abre una la tienda, que se convertiría más adelante en la sede central de sus campañas y punto de reunión de los activistas LGBT.

Milk se presenta como candidato a supervisor de la ciudad de San Francisco en 1973, pierde estas elecciones por una minoría, pero gana la simpatía y el respeto de los medios de comunicación y de una gran mayoría de los nuevos electores. En las subsiguiente elección se lanza nuevamente y los votos fueron suficientes para permitirle presentarse también a la Asamblea Estatal de California. Milk aprovechó su progresiva notoriedad y empezó a batallar  bravamente contra las iniciativas homofóbicas.

Harvey Milk fue elegido supervisor en 1977, después de que San Francisco reorganizara su procedimiento electoral para elegir representantes por barrios en vez de realizar una única votación a nivel de la ciudad. Estuvo once meses en el puesto de supervisor municipal y fue responsable de la aprobación de una estricta ordenanza sobre los derechos de los gays en San Francisco. El 27 de noviembre de 1978, Milk y el alcalde George Moscone fueron asesinados por Dan White, otro supervisor de la ciudad que había dimitido recientemente y quería recuperar su cargo.

Los setenta pasaron  rápido y su libertad duro poco, los ochenta trajo consigo el peor enemigo del movimiento LGBT: el SIDA. En 1981 la enfermedad fue descubierta primero entre cinco hombres gays, llevando a que se denominara “Gay-Related Immune Deficiency” (Deficiencia Inmune Gay) (2). Al año siguiente la comunidad médica y científica acuña la enfermedad como Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, no obstante el estigma y la conexión con la enfermedad a la comunidad gay se llevó a casi toda una década de inacción, reproche social, discriminación y opresión hacia el colectivo gay; aún en muchos países y sociedades el estigma persiste.

La comunidad LGBT que se había formado hasta ese momento era muy diferente de la generación que adoraba a Judy Garland; la hija de Judy, Liza, se alzaba como un ídolo gay, sin embargo las nuevas generaciones buscaban más rebeldía, tal vez una voz más insurrecta, subversiva, agitadora y revoltosa. Liza Minnelli, aunque era un a voz y figura que encantaba a toda la comunidad LGBT, parecía seguir “viviendo” bajo la fantástica tierra del Arco iris del Mago de Oz, o en las marquesinas deslumbrantes del  sueño de Broadway, pero la situación era otra,  existía una nueva liberación Gay activamente que luchaba por su propia supervivencia. Específicamente, la epidemia del SIDA llevó a masivas marchas en Washington y la creación de diversas organizaciones como GLAAD y ACT UP que abogó por la acción del gobierno. Muchos decidieron salir del closet a pesar del estigma del SIDA, y la comunidad gritaba o pedía a alguien que fuera o llevara su cantico “We’re here, we’re queer, get used to it!” (3)  (“Aquí estamos, somos maricas, acostúmbrate!”) a las masas, necesitaba de un ídolo pop que cantara o hablara de su realidad o por lo menos que fuera ejemplo de la nueva realidad de libertad que todos pedían.

Ese ídolo o ícono que viene a abrazar la comunidad nació el 16 de agosto de 1958 en Bay City,  como Madonna Louise Veronica Ciccone. Cuando Madonna tenía seis años, su madre perdió una batalla al cáncer de mama, y tres años más tarde tuvo una nueva madre, con la cual no se llevaba bien. Cuando se convirtió en un adolescente, ella desarrolló una pasión por la danza y a la edad de catorce años conoció a un instructor de baile, Christopher Flynn, un homosexual quien se convirtió en su mejor amigo y mentor. Después de la secundaria, ganó una beca de baile para la Universidad de Michigan, donde estudió danza jazz. Rápidamente dejó la Universidad después de su primer año y se mudó a Nueva York en 1978 para iniciar una carrera en la danza. Pero Madonna descubrió que tenía talento para cantar y empezó su periplo por varias bandas y grupos musicales hasta que en 1983 firmó con Sire Records, llevándola a lanzar un álbum de debut homónimo en 1983. El álbum fue un éxito en los Estados Unidos, y dos de los singles llegaron a ser los más populares en el top ten.

Sin embargo, no fue hasta su siguiente álbum, “Like a Virgin”, que Madonna fue vista como un icono de la contracultura. Su actuación en directo en los MTV Video Music Awards en un vestido de novia fue muy controvertida, y la hipersexualidad fue elogiada por los críticos y las diferentes comunidades de artistas, y en especial el colectivo gay, mientras los grupos conservadores la criticaron a rabiar.  Su siguiente álbum contenía  “Papa Don’t Preach”, una canción sobre una hija joven, embarazada y soltera que decide tener su hijo. La canción bastante controversial ganó la crítica de ambos grupos, tanto liberales como conservadores y en especial de los grupos pro-elección y pro-vida.

El lanzamiento de su álbum “Like a prayer” recibió aún más crítica y su videoclip abordó temas como la discriminación racial, la hipocresía de la religión.  Por otra parte la música y los videoclips para “Vogue”, “Justify My Love” y “Express Yourself” fueron altamente sexualizadas. Específicamente,  “Justify My Love” se destacó por narrativas homoeróticas y voyeuristas, llevando a que el gobierno prohibiera a MTV transmitir el video musical. Pero Madonna no se quedó callada y arremetió contra las autoridades y declaro públicamente:

“¿Por qué es que las personas están dispuestas a ir al cine y ver explotar en pedacitos a alguien, pero nadie quiere ver o aceptar a dos muchachas besándose o dos hombres abrazándose?” (3)

Madonna así se convirtió en sinónimo de la contracultura y la controversia, en la voz de las minorías sexuales. A través de sus tres primeros álbumes, Madonna obtuvo una gran audiencia gay, tal como lo reseña  Keith Clifton:

“Igualmente importante es larga identificación de Madonna con la comunidad gay y especialmente de los hombres homosexuales, cuando resuenan canciones como ‘Express Yourself’”... “Cuando Madonna canta ‘Come on girls, do you believe in love?’, pareciera que cantará más para su público gay que a las mujeres heterosexuales. La atracción gay a Madonna incluye sus omnipresentes transformaciones de imagen, sexualidad liberada y payasadas compleja y a menudo campy” (Propias de las Drag Queens). “Pero hay otra conexión que ha sido pasado por alto: Madonna tiene voz propia.” (5)

Madonna no necesitó de hablar en argot gay “secreto” para hacerse entender, ella habló descaradamente y sinceramente en sus canciones, videoclips y espectáculos en vivo a la gente gay y a los heterosexuales sobre la libertad de amar, y esa libertad a la cual ella hizo alarde atrajo a la comunidad LGBT que quería gritar desde hace tiempo que su amor no es un pecado, que la homosexualidad que al igual que las otras sexualidades es una opción, elección  o forma de vida tan válida como la heterosexual, y aún más importante se generó dentro de la comunidad LGBT que la homosexualidad fuera respetada, pero no como un pedido o un favor, sino como una realidad imperante, como un derecho natural de ser “quien yo quiero ser”.

Si bien Madonna cautivó a todos por su estilo vanguardista y desenfadado, atrajo a la comunidad LGBT porque su música se dirigió a sus fans gays abiertamente. En su single “Vogue” se basó específicamente voguing, que se había convertido en una parte de la sociedad LGBT. El voguing está o estuvo inspirado por las modelos o poses de estas en las portadas de la revista Vogue. El voguing se caracteriza por plantear movimientos angulares, lineales y rígidos. Este estilo de danza surgió en Harlem, en los salones de baile de los afroamericanos y los hispanos estadounidenses en la década de 1960. Con los años, la danza evolucionó hacia la forma más intrincada e ilusoria. El voguing está continuamente desarrollando como una forma de danza establecido que se practica en el escena gay escena de las discotecas y salones de baile o clubes en las principales ciudades de los Estados Unidos, principalmente la ciudad de Nueva York.

En “Justify my Love” Madonna se centró en la androginia, el drag, sexualismo y transexualidad. Además, gran parte de su música se basaba en la nueva cultura electrónica de baile que había surgido de Europa, centrándose en los downbeats pesados y sounds, fuertemente sintetizada a la conexión de las discotecas, hecho importante, ya que las discotecas tenían sus raíces en las comunidades marginadas, incluyendo a los homosexuales, que condujo a una reacción generalizada, alimentada por el racismo y la homofobia que nació a finales de los setenta y que se acrecentó con la llegada del SIDA. La música disco o el “discomusic” junto con las discotecas fueron rechazadas por la norma heterosexista ya que lo ligaban o confundían con la promiscuidad, la sexualidad gay y el SIDA. Madonna adoptó esta forma de música y la modernizo, para luchar contra los estereotipos musicales, porque además el “discomusic” era asociado a la feminidad, debilidad y homosexualidad frente al Rock and roll que le era atribuida la masculinidad. Como señala nuevamente Keith Clifton:

 …“la música de Madonna niega ser definida por los estrechos límites de género, sexualidad o cualquier otra cosa”... “Madonna, la artista ‘no quiso ser enmarcada por una estructura que la manipulara o la aniquilara.’” (6)

La comunidad gay no sólo defendió esta rebeldía, pero también reconoció la valentía de Madonna de abrazar la cultura LGBT a pesar del estigma atribuido a la música disco. A través de su música y videos, Madonna utiliza múltiples herramientas y referencias para participar y reconocer su audiencia queer. Como con Garland, el colectivo LGBT también se vio representado en la letra de la música de Madonna.

En los últimos años, Madonna ha sido el centro de atención en numerosas situaciones que han sido notados por la comunidad LGBT. En el 2003 MTV Video Music Awards, Madonna y Britney Spears (otro icono pop gay) protagonizaron un famoso beso en los labios durante una actuación de “Like a Virgin”. Recientemente, Madonna ha hecho declaraciones hacia los derechos de gays y contra la intimidación de muchos gobiernos a sus ciudadanos LGBT. Específicamente, Madonna dirigió una protesta contra la represión homosexual en Rusia que comenzó en marzo de 2012. Dijo en un correo electrónico antes de realizar en San Petersburgo su concierto:

“Vengo a San Petersburgo para hablar por la comunidad gay y dar fuerza e inspiración a quien es o se siente oprimido. Soy una luchadora por la libertad. Yo no huyo de la adversidad. Voy a hablar durante mi programa sobre esta atrocidad ridícula.”  (7)

Madonna es el icono que sin importar las reglas del heterosexismo y la heteronorma, se impuso y se impone sobre la cultura de la discriminación existente. Si bien Judy Garland es un icono gay por excelencia, o la Princesa Diana o Marilyn Monroe, estas están muertas, la voz de Madonna persiste, como dice el refrán “Al rey muerto, rey puesto”, además con su valor, desparpajo y naturaleza “malcriada” Madonna destronó a Liza, Barbra Streisand  y la mismísima Cher.

La música de Judy Garland, si bien ayudo a muchos gays a soportar la homofobia, su música estaba llena o asociada a la tristeza o a la reflexión. Madonna cambió el estilo y su música esta llena de optimismo, valentía, pero sobre todo de impulso, rebeldía y fuerza. Madonna tomó la antorcha del movimiento LGBT y su provocadora conducta y discurso le abrió el diálogo aún más para los homosexuales.

 Referencias:

(1) Stein, Marc. Encyclopedia of Lesbian, Gay, Bisexual, and Transgender History in America. New York: Charles Scribner’s Sons, 2004.—p. xxxvi- xxxix.
(2) Ibídem, xxxviii-xlii.
(6) Ibídem, 57.
(7) Anastasia Ustinova. Madonna Vows to Oppose Gay Law in Putin’s Hometown. Businessweek, March 21, 2012. http://www.businessweek.com/news/2012-03-21/madonna-vows-to-oppose-gay-law-in-putin-s-hometown.

Por Félix Esteves

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