Una pequeña presentación

Los Mínimos y Máximos de Félix Esteves es una casa, un hogar, construido con amor, esfuerzo, dedicación y hasta con aburrimiento. Tiene muchas puertas donde todos pueden entrar. Tiene muchas habitaciones, donde de seguro en algunas podrás sentirte cómodo, y en otras, tal vez contrariado y hasta… por qué no… molesto. Sin embargo su propósito no es agradar ni molestar, no es ganar amigos ni enemigos… de todas maneras ambos son bienvenidos; su fin es mostrar y demostrar lo variopinto de una mirada, la pluralidad de una cosmogonía a través de mi “micromundo”, de lo exterior visto y sentido desde mi interioridad… es un grito contra la discriminación, es un arrullo de amor a la diversidad, es mi tarjeta de presentación como ser humano, como hombre, como gay y miembro de la comunidad LGBT... tal vez es algo más… no lo sé… aún lo estoy averiguando.

Félix Esteves

Amigos de Los Mínimos y Máximos

viernes, 12 de octubre de 2012

SALIR DEL CLOSET... una decisión que sólo tu puedes tomar.


Ayer once de octubre se celebró el “Día Internacional de Salir del Closet”, que no es más que el día para tomar conciencia sobre la importancia de salir del armario y discutir temáticas relacionadas referente a nuestra comunidad LGBT. En este día los participantes o miembros de del colectivo LGBT y todos aquellos interesados son invitados no solamente a recordar la importancia de “salir del closet” o desfilar con la bandera gay u otro símbolo, sino también en abrir al mundo la necesidad que tenemos todos de ser aceptados por nuestra legítima sexualidad, que es tan verdadera como aquella que es motivo de la heteronormatividad de la sociedad.
 
El día fue realizado por el Dr. Robert Eichberg y Jean O'Leary en 1988, en conjunto con la celebración de la Segunda Marcha por los Derechos de Gays y Lesbianas, que tuvo lugar en la capital norteamericana Washington DC, y donde acudieron más de 500.000 personas para pedir la igualdad de derechos. Los eventos del Día Internacional de Salir del Closet son usados para concienciar a la población general sobre las comunidades LGBT y en un esfuerzo de brindarle una cara más familiar a los movimientos de derechos LGBT.
 
Salir del armario o salir del closet  es dar a conocer nuestra orientación sexual (homosexual o lésbica) ya sea a familiares, amigos, en el trabajo o cualquier entorno social que frecuentas. Esta actividad no es una obligación, y está enmarcada en la necesidad de cada individuo, y depende del entorno familiar, social y territorial de cada uno de nosotros. Sí tienes unos padres comprensivos, abiertos a los cambios pico-socio-culturales, y además muy modernos será mucho más fácil salir del closet que aquellos que tengan padres altamente conservadores y homófobos. De igual manera si trabajas en un sitio o compañía más susceptible a tener en sus empleados personas gays o has notado que entre los compañeros de labor y tus jefes son personas sin prejuicios sexuales y “que viven y dejan vivir”, se te hará más fácil la convivencia   declarando tu orientación sexual, que si trabajaras en un taller mecánico lleno de trogloditas. De igual manera a las personas que viven en países del primer mundo como Canadá, España o Inglaterra se les hace más fácil salir del closet que a una persona que viva en Siria o en China o Guatemala o hasta la misma Venezuela, donde son pocos los derechos conquistados por el colectivo gay.


Muchas personas tienen la necesidad imperante de salir del armario, pero se les hace difícil debido a la homofobia imperante, los prejuicios de la heteronormativa y el terror de ser rechazado por los que él o ella ama o creen ser sus amigos y familiares. Pero en estos últimos veinte años aproximadamente, el mundo ha cambiado y cada vez es más grande el terreno ganado por la comunidad LGBT, que ha ayudado a tomar conciencia a la validez de vivir sin miedo, sin temor de ser lo que uno es y quiere ser. Como dije antes, salir del closet o del armario no es una obligación, pues tampoco los heterosexuales están en la obligación de dar explicaciones sobre su sexualidad, si te sientes bien encerrado en tu closet y lo tienes “hermosamente ambientado” esa es tu decisión y es muy válida mientras no dañes a otros, no obstante sí quieres salir del “oscuro” armario donde te sientes atrapado y no sabes cómo,  aquí te doy ciertas sugerencias o recomendaciones:
 
No visualices el problema como un melodrama o una tragedia, no pienses lo peor, aunque naturalmente siempre da cierto miedo al rechazo. Obviamente no sabes cómo van a reaccionar las demás personas, sin embargo puedes estudiar su comportamiento, su forma de pensar, así sabrás o tendrás una idea de su posible reacción cuando le digas tu “pequeño secreto”. Ten en cuenta que la reacción puede variar, al principio puede que muchos reaccionen enfadándose o avergonzándose, otros por el contrario puede que sientan un alivio al saber o asegurarse lo que ya sospechaban sobre tu sexualidad. Por lo general los familiares más cercanos saben o sospechan pero sienten al igual que tú miedo y cierta reserva para hablar sobre el asunto. Una forma de tantear el terreno es llevando un film de temática gay a tu casa y verla con tus padres y hermanos, o con un grupo de amigos, fíjate en su comportamiento, en las cosas que comentan, esto te servirá de guía y es el mejor termómetro o barómetro para saber su grado de homofobia o aceptación a la diferencia sexual.
 
Por lo general, nos abrimos más con los amigos, pues ellos son personas escogidas y por lo tanto se asemejan más a nuestros interés, gustos, y forma de ser, recuerda que los amigos son los “familiares” que uno decide que sean “familia”, con esto no le estoy restando importancia al núcleo familiar consanguíneo al cual perteneces, pero tus más cercanos “panas”, “cuates”, “amigos” de seguro comparten  las mismas ideas y mundos. Si eres gay y sabes que eres gay de seguro tendrás amigos gays o que sospechas que al igual que tu son gay, creo que si eres una persona inteligente y sabes de tu sexualidad no te vas hacer amigo o miembro de un club de cabezas rapadas neonazis.
 
Ten en cuenta que lo primero es tu seguridad y tu bienestar, si vives en un núcleo familiar y social homofóbico es mejor que te quedes callado, aplica el sentido común. No todo el mundo tiene la mente abierta a los cambios y a pesar de los avances alcanzados sigue existiendo el odio a la diferencia sexual, y es preferible seguir ocultando tu homosexualidad. También puedes acudir a un familiar al que le tengas mucha confianza, el hermano o hermana con quién te llevas mejor o aquel pariente que este en mejores condiciones de comprenderlo y aceptarlo para que sea tu aliado a la hora de confesar tu sexualidad al grupo familiar. Trata también de hablar de esto cuando no haya tensiones familiares  a flor de piel, la conversación tiene que ser en un ambiente de paz y cordialidad, lleva tú la batuta del “concierto”, de seguro todos querrán opinar y dar su punto de vista y vas a tener que argumentar muy bien tu decisión de vida, estudia y lee sobre sobre el tema.
 
Puedes acudir a las asociaciones u organismos LGBT de tu comunidad o ciudad, por lo general ellos tienen consultorios de ayuda psicológica y de seguro te ayudaran pues están acostumbradas a lidiar con este tipo de situaciones; puedes consultar también las páginas web de estas instituciones o pedir ayuda telefónica pues muchas de ellas tienen este tipo de servicio. Acuérdate que debes tener argumentos para defender tu punto de vista; muchos saldrán que la homosexualidad es una enfermedad y que por lo tanto debes curarte; otros te dirán que solo estas pasando una etapa o fase de tu vida y que todo pasara cuando consigas a una chica (si eres homosexual) o un chico (si eres lesbiana). También podrán argumentar que de seguro te contagiaras de VIH-SIDA, que iras directamente al infierno y hasta los más “inocentes” o “ingenuos” se echaran la culpa de tu sexualidad, que por lo general son los padres y de alguna manera te harán sentir culpable diciéndote “¡Qué hemos hecho para merecer un hijo(a) así!”.
 
Debes estar muy seguro a la hora de declarar tu sexualidad, sondea, examina y expone tus motivos para salir del closet, esun paso que no debe hacerse a la ligera. No lo hagas por un acto de rebeldía simplemente. Debes tomarte todo el tiempo necesario. A todos nos llega la hora de declarar nuestra homosexualidad, a algunos se les hace más fácil que otros, pero siempre es un obstáculo que hay que saltar y vencer. Analiza los pro y los contra, y tienes que saber que actitud o comportamiento, o que medidas vas a tomar a la hora de confesar tu realidad; es decir prepárate para lo bueno y lo malo, puede ser que acepten tu homosexualidad como puede ser que te echen de casa si todavía vives con tu familia, o que en tu trabajo cambien la forma de tratarte o hasta la posibilidad de perder tu empleo, por eso debes analizarlo y estudiarlo bien.
 
En las sociedades homofóbicas (que las son casi todas) es difícil saber lo que en realidad puede pasar cuando se confiesa la naturaleza de nuestros afectos homoeróticos o lésbicos. A veces parece que somos aceptados, pero esa aceptación es hipocresía, muchas personas dicen aceptar la homosexualidad de los demás, pero son incapaces de tolerar que un amigo gay se fije en un hijo o hermano, es decir, “yo acepto tu homosexualidad pero no te enamores de mi hermano”… “te quiero mucho pero no vengas a mi casa porque tengo hijos”… por eso ten cuidado a la hora de declarar tu homosexualidad, se valiente pero al mismo tiempo cauteloso.
 
Muchas personas a las que les confesaras tu estilo de vida no entenderán, y no puedes hacer nada para que comprendan, pues el mundo está lleno de prejuicios, fruto de los largos siglos de la heteronormativa imperante, tu hiciste tu parte en salir del closet o del armario, y con eso basta, da tus motivos pero tampoco expongas tu vida privada con lujos y detalles, los heterosexuales no lo hacen y tú tampoco tienes que hacerlo. Lo más recomendable es que esperes tener una independencia económica y afectiva que te haga más fácil decir lo que sientes y lo que eres para que después no te veas limitado a las acciones absurdas de los demás. Salir del closet es un acto de valentía, no de soberbia, ni tampoco de rebeldía como ya aclare, se tú mismo, ten confianza, no serás ni el primero ni el último en “escapar de la oscuridad del closet”, pero si se te hace muy difícil hacerlo, puedes crear un mundo muy íntimo en tu closet o armario e invitar a algunos amigos a compartir tu escondida realidad, que al fin y al cabo es tuya y nadie podrá quitártela.
 
Lo más importante es ser positivo, y conocer bien tu sexualidad, al aceptarte tal y como eres ya tienes más de la batalla vencida pues primero tienes que quererte a ti mismo. Si no te sientes cómodo con la idea de que te conozcan como gay o lesbiana, piénsalo bien. No todo el mundo está preparado para dejar atrás los “monstruos” de la heteronormativa, pero cuando salgas del armario y enfrentes a tus familiares y a tu entorno social con la frente en alto, estás logrando una gran diferencia al crear un cambio y promoviendo la comprensión y aceptación de la diferencia. Muchos se sentirán ofendidos e molestos con tu salida del armario, pero de seguro tu vida será más genuina y feliz, pues la honestidad es necesaria para la convivencia de todos. Al ser honesto con las personas que te rodean te hará una persona más integra y podrás defender con mayor facilidad y orgullo tu vida como gay,  lesbiana o bisexual.
 
Por Félix Esteves

1 comentario:

  1. Interesante tema que desgranas bien. Desde todas las opciones que posibilitan el que cada cual sea, en definitiva, quien determine cual es su opción o la que mas le apetece o conviene.

    Y aunque existen muchas razones importantes para no facilitar a tu posible enemigo un arma con la que poder destruirte facilmente, es la de la honestidad para con uno mismo y los que de verdad te importan o importas -esa con la que terminas el artículo- una buena y saludable razón de peso.

    Estupendo, Felix.

    Gracias por comentar mis poemas.

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