Una pequeña presentación

Los Mínimos y Máximos de Félix Esteves es una casa, un hogar, construido con amor, esfuerzo, dedicación y hasta con aburrimiento. Tiene muchas puertas donde todos pueden entrar. Tiene muchas habitaciones, donde de seguro en algunas podrás sentirte cómodo, y en otras, tal vez contrariado y hasta… por qué no… molesto. Sin embargo su propósito no es agradar ni molestar, no es ganar amigos ni enemigos… de todas maneras ambos son bienvenidos; su fin es mostrar y demostrar lo variopinto de una mirada, la pluralidad de una cosmogonía a través de mi “micromundo”, de lo exterior visto y sentido desde mi interioridad… es un grito contra la discriminación, es un arrullo de amor a la diversidad, es mi tarjeta de presentación como ser humano, como hombre, como gay y miembro de la comunidad LGBT... tal vez es algo más… no lo sé… aún lo estoy averiguando.

Félix Esteves

Amigos de Los Mínimos y Máximos

lunes, 17 de septiembre de 2012

HOMONACIONALISMO, DIÁSPORA GAY Y DERECHOS HUMANOS.



Se entiende por “Homonacionalismo”  a las políticas  gay/lesbianas que han sido instrumentalizadas desde posiciones conservadoras para apoyar las actitudes racistas  y que, incongruentemente, conducen a una criminalización de aquellos colectivos queer de color e inmigrantes que se ven o son identificados como terroristas por su procedencia étnica. Ahora, podemos llamar “Diáspora Gay” a la dispersión de los individuos de la comunidad LGBT de sus países a naciones o estados más abiertos a las libertades y respeto a los Derechos Humanos. Un ejemplo de diáspora gay ocurrió a mediados de los ochenta cuando apareció el VIH/SIDA y los homosexuales de países subdesarrollados y con deficiencia en sus políticas de salud se vieron obligados a emigrar a países o estados donde la medicina y las investigaciones científicas sobre el VIH/SIDA daban esperanza de vida. Igualmente, se puede llamar como diáspora gay a la ocurrida y que está ocurriendo aún hoy día, con la legalización del matrimonio gay en muchas naciones, otorgando a los miembros de la comunidad LGBT que no pueden ejercer ese derecho, a emigrar a aquellos estados donde se le es posible y como este pueden ejercer otros derechos aplastados en sus países de origen.

Traigo todo esto a colación porque conozco a una persona (me pidió que no dijera su nombre) que fue brutalmente tratado en un aeropuerto internacional cuando viajaba de Venezuela a Europa de vacaciones con una pareja gay  de amigos norteamericanos blancos. El individuo en cuestión es venezolano, de raza negra o afrodescendiente y gay. Mientras a la pareja gay y norteamericana  la dejaron pasar libremente, a nuestro estimado amigo venezolano y negro, fue retenido por un largo tiempo en la aduana aeroportuaria donde fue interrogado, requisado y hasta maltratado por los agentes de seguridad e emigración de dicho aeropuerto;  después de casi cuatro horas y gracias a la intervención de sus compañeros de viajes el joven venezolano fue dejado en libertad y pudo entrar al país de destino.

Al principio se pensó que toda aquella vejación fue porque se creía que mi amigo llevaba droga, cosa que es común que jóvenes latinoamericanos sean utilizados como mulas o camellos, pero no es este el caso.   Inmediatamente los oficiales dieron señal de ser homofóbicos y aunado a esto, de ser altamente racistas. ¿Por qué no actuaron de igual manera con los compañeros de viaje con pasaporte norteamericano?...  ¿Por qué eran blancos?... De Inmediato vinieron a mi mente las noticias del 2010 cuando la filósofa y activista del movimiento LGBT Judith Butler, durante la celebración del Día de Orgullo Gay en Berlín,  rechazó de plano el premio al coraje cívico que le iban a conceder los organizadores, pero la gran defensora de la teoría queer, proclamó que la lucha contra la homofobia había degenerado en una acción xenófoba e incluso racista.

En la actualidad el movimiento LGBT  está siendo utilizado por los gobiernos ultraconservadores y neoliberales, pues se han dado cuenta que el mejor método para desactivar la crítica  y la disidencia es integrándola a sus programas de derechos.  Esta integración está siendo utilizada en muchos casos, principalmente en Europa, para oprimir a otro tipo de minorías, como raciales, étnicas, religiosas y culturales, entre otras muchas.

Muchos de las naciones que han asumido ciertos derechos LGBT y que pareciera que están desarrollando actitudes favorables a nuestra comunidad gay y conformándose como “Homonaciones”, son simplemente estrategias para continuar alimentado los antagonismos entre los movimientos de la desconformidad. Muy parecido a lo ocurrido en los E.E.U.U. con la situación del sufragio femenino y el sufragio negro, cuando el estado norteamericano no se decidía a  otorgar a ninguno de los dos sus derechos, finalmente cediendo el derecho a las mujeres a votar en 1920, pero solo a las blancas. El derecho al sufragio para los negros ocurrió 45 años después. Muchas de las mujeres blancas que luchaban por los derechos de “Todos”, al serles concedido el voto, se olvidaron de la lucha por los derechos de sus congéneres, y esas mujeres negras siguieron oprimidas no sólo por los hombres y mujeres blancos sino también por los hombres negros.

No nos podemos olvidar que el Estado, en su concepto occidental, es un ideal ante todo heteronormativo, jerárquico, racista y patriarcal. No quiero que mal interpreten mis palabras, y que piensen que estoy afirmando que para mí es preferible no tener derechos, creo que hemos alcanzado muchísimo en estos 40 años de lucha, pero necesitamos ajustar la crítica, afinar las estrategias, inventar nuevas tácticas  y  analizar los proyectos y leyes a las cuales la comunidad LGBT está incluida para no apoyar una serie de prácticas que reivindican nuestros derechos en un sentido normativo/normalizante, que además se fundan o se vinculen en la discriminación de las otras minorías.

Aún todavía, en EE.UU. donde supuestamente la comunidad gay ha alcanzado grandes avances en sus derechos, los hombres gay y de raza negra siguen siendo discriminados, un ejemplo es que el VIH/SIDA aumenta cada día más en esta población, debido a las políticas gubernamentales, tal como es afirmada por la siguiente cita:

“El sida en Estados Unidos es una enfermedad de los negros, no importa cómo se mire el tema”… “Los negros son más propensos a ser diagnosticados con el VIH, más propensos a morir de la enfermedad, y tienen menos probabilidades de recibir tratamiento que cualquier otra raza” (1)

Igualmente sucede con la comunidad gay latina de EE.UU. según las declaraciones  de la ex concejal  por New York Margarita López:

“la comunidad latina homosexual estaba poco representada políticamente y quedaba al margen de los beneficios sociales que disfrutaba el resto del colectivo LGBT, a causa de la falta de educación y de no poder acceder o gestionar la información que daba pie a esos derechos o beneficios.” (2)

En los Estados Unidos y en otros países europeos, tras los atentados que comenzaron el 11 de setiembre, muchas agrupaciones LGBT han sido acusadas de alimentar la islamofobia, pues el Estado ha ayudado a creer que la religión islámica o musulmana por ser homofóbica implica que todos los pertenecientes a esa religión son homofóbicos, contribuyendo al odio étnico y religioso y separando en muchos casos a gays musulmanes de la comunidad gay o de los centros de ayuda por discriminación de género.

Han sido los muchos musulmanes gays que han huido de sus países para mejorar su nivel de vida, como bien sabemos los estados musulmanes son altamente homofóbicos, pero esto no quiere decir que todos su habitantes sean homófobos, o que sus mujeres estén de acuerdo con la discriminación sexual a la cual son sometidas. Una cosa es el Estado patriarcal y heteronormativo y otra cosa es la población, más aún cuando esa población esta regida y gobernada por fundamentalistas. En América Latina sabemos que los gobiernos, tanto de derecha como de izquierda, no han hecho mucho por el colectivo LGBT, y la discriminación sexual existe fuertemente en estos países de creencia mayoritariamente católicos. Todo esto ha llevado a una disidencia ante la sexualidad heterosexual y heteronormativa, que han convertido a las otras identidades sexuales un hecho político, por lo que muchos compañeros LGBT, se ven obligados a emigrar a naciones más abiertas a las libertades sexuales.

EE.UU., Canadá, España, Francia, Alemania, Dinamarca, Suiza, Inglaterra y Holanda son quizás los países que más busca la Diáspora Gay para refugiarse y conseguir la libertad que se le es negada en sus países, no obstante muchas de estas naciones  se ha convertido desde el 2001 un continente laboratorio del Homonacionalismo. Por ejemplo, en Suiza,  la Unión Democrática del Centro (UDC) creó su propia sección gay, pero esta fracción es altamente xenófoba como todo el partido político. En Inglaterra, unos fanáticos (Hinchas) de la Liga inglesa de fútbol, quisieron organizar una Gay Pride en el centro de un barrio musulmán de Londres. En Alemania un grupo Neonazi ataco a un bar gay armenio. Están sucediendo cosas como estas, sabemos bien que existen grupos fundamentalistas que maltratan a los homosexuales y más aún si saben que son latinos, musulmanes, negros o simplemente porque son extranjeros.

El Homonacionalismo todavía no se ha institucionalizado de una manera patente y clara, pero existen fuerzas mayores que desean que esto ocurra; porque si por el momento, las manifestaciones de Homonacionalismo no se dan de forma tan explícitos como en Inglaterra, Alemania u Holanda, por el momento, cuando se aborda este problema en países como España, Francia y Canadá entre otros los debates de acaloran.

Tanto el racismo como la homofobia, y como la xenofobia son simplemente odio, y  que tienen como finalidad  eliminar al otro por ser diferente. Se tiene que terminar de una vez con todos estos odios, pues estos odios a pesar que por lo general son producto de la ignorancia, se hacen cada vez más “ilustrados”. La discriminación y el rechazo por ser gay/lesbiana/bisexual/transexual ya es un problema bastante grande que tenemos que afrontar, no le podemos sumar el hecho de que también nos discriminen por ser negro o latino, o judío o musulmán, o indio o “sudaca”… no podemos permitir ningún tipo de odio y mucho menos si estos están fundamentados bajo los derechos ganados con tanto sudor, sangre y lágrimas.  

 Por Félix Esteves 

 


4 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo con el comentario, pero creo que estas equivocado en que el rechazo al venezolano de raza negra fue por ser homosexual o incluso de ser negro. En Europa, es muy comun rechazar a ciudadanos latinoamericanos porque se cree que van a buscar trabajo. No asi a los turistas. Por eso a los norteamericanos no se les rechaza. El dinero es el factor que hace que te rechazen o no. Si tu llevas 10 mil euros en los bolsillos JAMAS re rechazaran. Como no se puede andar con esa cantidad de efectivo uno lleva Tarjetas de Credito (VISA, Master, American Expresss) y estas deben, para nuestra seguridad de no tener problemas en la entrada, llevar un certficado del Banco emisor de dicha tarjeta en la que indique que el cupo es de 5 mil o 10 mil euros. Yo y mis amigos homosexuales JAMAS hemos tenido problemas a la entrada aunque si A VECES se nos ha pedido el certificado de cupo de la tarjeta.
    David (Chile)

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    1. Tienes razón, pero no fue el caso que cuento, el joven en cuestión fue maltratado por ser negro y gay... y en todo caso, Chile, Colombia, Argentina, Venezuela y en conjunto todos los países de Hispanoamérica le abrimos los brazos a los españoles, italianos, portugueses y demás europeos que emigraron a nuestros países, antes, durante y después de la 2da. Guerra, no es justo que viendo que el joven llevaba pasaje de ida y vuelta y que iba a recorrer varios países le trataran tan mal. Ojalá nunca se te trate mal, pero sabemos que últimamente se han visto cierto tipo de racismo y discriminación hacia los latinos, y de los islamitas o musulmanes, y no hablar si son homosexuales. Gracias por comentar pues es una forma de conocer y aprender nuevas realidades.
      Félix

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  2. Estoy de acuerdo con el primer comentario. No creo q fuera por ser negro y gay q lo maltrataron, fue mas por ser latino, Espana por lo menos es un pais muy xenofobicos, yo diria q uno de los peores, y si eres latino peor.

    Por otro lado, siempre y en todas partes habra gente q rechace a los negros, a los latinos, a los musulmanes, y claro, a los gays. No podemos esperar q eso desaparezca de la faz de la tierra, lo q debemos luchar es porq tengamos los mismos derechos, si alguien viene a negarte un trabajo porq eres gay tu tendras la forma de hacer valer tus derechos frente a la ley, no frente a un individuo. Fijate en Venezuela se le niega el trabajo a todo el q este en la lista Tascon, puedes ir a un juez a reclamar eso? alguien ha hecho un movimiento en contra de esa discriminacion? no, nada. Entonces q podemos esperar de los derechos de los gays en Venezuela? no tenemos nada, lo unico q puede funcionarte es q si eres chavista radical puedes conseguir algo en contra de un opositor radical pero si los dos son chavistas no conseguiras nada tampoco. Triste pero cierto.

    No puedo criticar a un pais porq existan unas personas xenofobicas, homonacionalistas o racistas, si el paisotorga iguales derechos a todos pues q gran pais.

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    1. Estimado amigo, el joven de quién hablo además de ser gay, es negro y latino... triple discriminación. Es terrible que aún hoy día en los países del primer mundo sucedan esas cosas y más aún cuando se habla de que son cunas de la democracia y portadores de la bandera de los Derechos Humanos. El pensamiento nacionalista y chovinista parece florecer de nuevo, y como siempre hace creer a los ignorantes patrioteros que "la luna de Atenas es distinta y mejor que la de Éfeso".
      El Homonacionalismo esta latente, respira silencio, poco a poco puede ir creciendo y eso tiene que cortarse de raíz. En la Europa de pre-guerra nadie pensaba que el fascismo y el nacionalismo alemán pudiera progresar... y mira lo que paso. Hay que estar atentos y vigilar, y por supuesto denunciar irregularidades que puedan perjudicar nuestro movimiento y el de las otras minorías.
      Muchas gracias por comentar y expresar tu opinión.
      Félix

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